jueves, febrero 12, 2009

Todo tiene su fin

Empecé en este trabajo con varias cosas muy claras:

-ser adiministrativo es una de mis peores pesadillas, esto va a terminar y, cuanto antes, mejor.

-no pienso relacionarme con nadie, quiero estar de paso, no quiero implicarme en absoluto, en ningún sentido.

Hoy, cinco meses después, he escaneado los últimos planos, he dado por completadas las BBDD, he dejado 24 cajas listas para el archivo histórico, he apagado mi equipo y he salido corriendo, incapaz de decir algo más que "nos vemos pronto, cuídaos",  sin montar el numerito lacrimógeno de niñata histérica. 

Y no sé bien por qué. No he descubierto la profunda fuerza para la realización personal que habita en cada fotocopiadora, ni los beneficios del lacrimeo constante los días de rescate de cajas polvorientas en el almacén. Pero estoy triste.

A pesar de mi voto de aislamiento, sociabilizarme un poquito ha sido inevitable. Y si ellos son una muestra significativa de la calidad del personal, me alegro de no haberme relacionado con nadie más o ahora mismo estaría encadenada a mi escritorio al grito de "no me moverán". 

Me he dado cuenta, además, de que es la primera vez que quiero seguir en un trabajo y no puedo hacerlo. Jamás me había pasado antes, siempre los dejé yo. Es una sensación realmente jodida, una mezcla entre rabia, pena e impotencia. Me siento un poco estúpida diciendo esto, y más en estos días en los que los despidos están a la orden del día, pero me ha pillado de nuevas y realmente me ha dejado tocada.

No era el trabajo de mi vida, sabía que era algo temporal, la crisis tenía que afectarme más temprano que tarde... pero me he sentido tan a gusto, tan en casa, que no puede dejar de apenarme.

Lo bueno de las despedidas tristes es que lo son porque tienen detrás días felices. De estos meses me llevo el saber que soy capaz de sorprenderme, el recordar que puedo encontrar lo bueno de las cosas y exprimirlo. Pero lo que realmente me ha tocado la fibra es comprobar que no necesito cambiar. Que puedo ser como soy, siempre, en cualquier circunstancia, con cualquier persona. Puede que a veces ésto me cierre puertas, pero otras me las abrirá. Y ésta vez me ha abierto unos brazos.

10 comentarios:

Rogorn dijo...

Ole Lal. Si es que en el fondo eres una bizcochona. Espero que se te pase el día que llegue el trabajo soñado. Y que sea más pronto que tarde.

Kaken dijo...

Quien vale, vale, y ya llegará, Lal, lo mucho que mereces, te lo dice mi bolita mágica...
Un bes, parribaaaa¡¡¡

Carlos Zarzuela dijo...

Lo mejor que puedes hacer ahora es disfrutar de tu tiempo y hacer lo que antes no podias.

Disfruta del viaje que empieza hoy!

Alicia Moreno dijo...

Abrazo fuerte y crujidor :-)

Cris dijo...

Vales mucho Lal, y estoy segura de que encontrarás y harás lo que te propones, porque donde vas dejas tu huella, sobretodo por lo buena persona que eres.
Y ahora a disfrutar del fin de semana que tienes por delante.
Besos.

Ado dijo...

Pronto tendrás el curro que siempre quisiste, y yo como siempre te envidiaré por conseguirlo ;P. Animo y a disfrutar de tu viaje, que bien te lo mereces.

Jose dijo...

Todo llegará, como la tormenta de la canción de la expo de zaragoza. Y para que te des cuenta, mostrarse como uno es puede que cierre puertas, pero tambien abrira unas que siempre permaneceran abiertas, porque si vas falseando desde el principio puede que te abra puertas, pero se cerraran al cabo de un tiempo.

Aprovecha un poco las "vacaciones" y despues sigue luchando (que yo estoy igual, te comprendo y secundo!!!!)

Juan dijo...

Lo siento mucho Lal.

Pero no te puedo desear que encuentres el trabajo soñado, sino que seas capaz de sentirte bien y disfrutar de cualquier trabajo que tengas.

Un abrazo

hannuskah dijo...

Aix mi nena! :-*****

@AgenteSmint dijo...

No hay mensajes de ánimo que necesites, ni golpes en la espalda que merezcas solo mereces una enhorabuena y un gracias.

Un enhorabuena por ser como eres y haberte encontrado a ti misma, y un gracias por haberme dejado ser amigo tuyo y por haber compartido tan buenos momentos como los que compartimos hace tiempo y que espero repetir algún dia.

No cambies nunca Inés, que el tiempo te ha demostrado que vas por el bun camino.

Nos leemos!