Vetiliel se nos casa y no hace falta decir que la despedida tenía que estar a la altura, no por hobbit más baja.
No hubo un solo momento - desde que la secuestramos sin decirla que la llevábamos a Hobbiton, hasta que pasó la resaca de la fiesta bajo el árbol, bailes, fuegos, acertijos, mapas, capas, espadas, dragones y, por supuesto, muchísima comida y bebida - en que no hubiese una sonrisa en su cara.
Y es que no hay nada mejor que gozar de los placeres de una vida sencilla...
5 comentarios:
Juargs. Dan ganas de casarse y todo.
Jajaja, pues si.
Me alegro de que os lo pasarais tan bien.
MADRE MÍA!!!! Cómo os lo curráis!!! Tiene razón el Hereje, casi dan ganas de casarse!!!!
te juro que cuando me case te encargo la organización del festorro!!!!!! y que digo casarme!!en mi cumpleaños!!!!!!!!!!¿tienes algo que hacer a finales de septiembre?
Desde luego te lo curraste que es una gozada. Me alegra que lo pasaseis tan bien, seguro que esa perenne sonrisa valió todo el esfuerzo.
Yo quieroooooooooooooooo
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