
Año nuevo, danza nueva.
He pasado de bailar descalza a subirme a unos tacones y golpear madera con muchas ganas. El arte ya lo iré cogiendo, digo yo.
Nunca me había llamado demasiado la atención, pero hace unos meses vi una actuación que me metió el gusanillo en el cuerpo, y aquí estoy, aprendiendo flamenco a estas alturas de la vida.
Seguiremos informando. Arriquitaun.
Fotografía sacada de aquí
4 comentarios:
Esa Lala que se nos atreve con todo!!!! Ole, ole y ole!!!
¡Arsa mi niña!
Que el duende te guíe, preciosa.
eso es de cuando viniste a Sevilla!!oye, que con el flamenco se descarga mucha tensión, se fortalecen los músculos de las piernas y dicen que es muy bueno para las varices y la circulación ;)
y para la feria te queremos aqui!!!!
Oleeeeeee!!! Ya sabes a aprender para así luego enseñarnos. Jejeje.
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