No sin mis apuntes

Después de un año sin una sola frase que memorizar, vuelvo a las clases.

La mayoría sabéis que éstos últimos tiempos están siendo, con diferencia, la peor racha que recuerdo desde que tengo uso de razón. La cosa no se ha resuelto, ni mucho menos, pero al menos he conseguido un aliciente.

Tras mucho informarme, darle vueltas y, finalmente, mendigar a la familia (qué bochorno...) ayer formalizé mi matrícula en un curso intensivo que me llevará a ser, a mediados de octubre, Auxiliar Técnico Veterinario.

Hacía años que me rondaba y éste era el momento, así que allá voy, a seguir llenando mi cuarto de apuntes y mi cabeza de conocimientos bichiles, que, definitivamente, es lo mío.