Pequeños placeres II

Levantarse por la mañana y que haya croquetas del día anterior. O tortilla. O pizza.

Creer que puedes.

Esa mezcla entre dolor y placer que solo un osteópata sabe darte.

Barro en las botas.

Mi ritual de depilación: Silképil, pinzas y las pelis de Harry Potter.

Las noches de lluvia devolviendo caracoles incautos a la seguridad del jardín.

Abrir el correo desde la cama y ver que mis chicas están ahí, como cada día.

Conspirar para dar sorpresas.

Las luchas con Neure sobre mi cama.

Taconear.

Que lo primero que oigas por la mañana sea un "hola", espetado por Pipo con voz de locutor de radio.

Compartir, virtualmente, shisha y bajones de tensión.

Mirar a través de los prismáticos.

La llamada de las 19:30h.

Mi tatu, el sentido y con sentido.

Seguir.

AS (XXIV)

En honor al retorno de Mundo Infimo.

Poema nº V

Gotas saladas que arrastra la brisa

Desde el otro lado del inmenso mar.

Gaviotas que narran mi ardiente desidia

En los aletazos de su soledad.

Secretos que portan las aves marinas

Que cuentan a gritos que te he de esperar.

Poema nº IV

Mis ojos reflejan la luz de tus ojos,

Tus dedos desgarran la piel de mi alma,

Tus palabras tiñen mis sueños de rojo,

Tu espíritu vive dentro de mi cama.

Despierto en la noche, solas yo y la nada;

Solo las estrellas me traerán la calma.

AS (XXIII)

Poema nº III

Ligera llovizna, tenue y delicada,
Que tímidamente acaricias mi piel,
Tórnate tormenta, destroza mis alas,
Arráncame el alma, llévala con él.

AS (XXII)

Poema nº II

Ojos que me inundan con inmensas olas,
miradas que envuelven mi cuerpo de nubes,
pupilas que huyen y me dejan sola
vagando en un pétalo que en tu mar se hunde.

Las Cuatro Torres y otras alturas

No, desgraciadamente no son Orthanc y Minas Morgul al cuadrado. Ya me gustaría, ya. Éstas no molan tanto, pero no se puede negar que son impresionantes.

El otro día, la lluvia decidió fastidiar una quedada fotográfica que A y yo habíamos planeado, pero como estoy en plena "operación MEC" (Mueve El Culo), me dije que a mí no me venía con milongas la borrasca, y me fuí con Camarón a ver qué podíamos hacer.

Empezamos por Chamartín, que tiene un algo especial para mí y merecía ser afotado en condiciones.

Ya que estaba por la zona, me dije que era un buen día para visitar el complejo de las Cuatro Torres.



Tengo que decir que, desde que empezó su construcción, me han parecido una aberración, y que el skyline que le han dado a Madrid solo tiene la parte positiva de ser altamente afotable. Por lo demás, horrible. Ya sabeis que a mí las modernidades no terminan de gustarme, salvo en .raw.
Tengo que decir también que, ahora que he estado a su sombra, son alucinantes. Mi cara de tonta a medida que me acercaba tenía que ser de antología. Impresionantes, no direis que no?







Y, por no dejar fuera a las que fueran las torres más famosas de Madrid, hasta que aparecieron los anteriores "retoños", la última parada fue Plaza de Castilla, con sus Kio y el recién nacido Obelisco de la Caja.

Seguiremos paseando por Madrid...

AS (XXI)