Es el tiempo que hace que llegaste casa. Ya dos años. Desde luego, sigues igual de guapa que cuando te saqué de aquella caja de zapatos, aunque, por aquel entonces, eras "guapo".
Parece increible que alguien tan pequeño como tú pueda dar tantas alegrías. Y tantos sustos, no vamos a negarlo. Pero así es. Y gracias a tí he conocido a personas encantadoras y a sus encantadores enanos.
Preparate Fiz, porque en cuanto llegue a casa te voy a mordisquear esas miniorejas cumpleañeras. Y a darte unas pipas, claro que sí.
viernes, diciembre 14, 2007
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4 comentarios:
La verdad es que con esa carita si que dan ganas de comerselo... :)
besitos!
Dale un par de pipas más de parte!!Fizliciades!!
Felicidades, Fiz, guapaaaaaaa.
Qué ojitos más tiernos.Es una monada!
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