sábado, julio 26, 2008

Bajo la nieve


Claros como las primeras luces del alba que cada mañana regalaban a su rostro cálidas caricias; transparentes como el agua que abandona el hielo de las lejanas montañas a medida que la primavera se abre paso; inmensos y azules como aquel océano que mediaba entre ella y la tierra bendecida, aquel que ella rechazó cruzar.
Así eran sus ojos, dos brillantes luces que custodiaban tras sus destellos una magia y un poder que la hacían perder la noción del tiempo, que la atrapaban de un modo irremediable, que hacían que todo a su alrededor girase vertiginosamente mientras ella permanecía inmóvil, intemporal, eterna.
Los que un atardecer se posaron sobre ella, en aquel instante en que el mundo se paró. Los pájaros detuvieron sus trinos, el suave sonido de las hojas mecidas por el viento cesó, el mar quedó en calma pues las olas lo abandonaron, deslizándose silenciosas, ascendiendo río arriba solo por ser testigos de aquel momento.
.................
La nieve caía lentamente sobre su cuerpo, tendido sobre la hierba, bajo la lúgubre cúpula que formaban las ramas desnudas de aquellas milenarias hayas. Los copos sobre su piel eran pequeños recordatorios de que aún estaba allí, de que el mundo seguía su curso, con o sin ella. Sin ella. Había decidido abandonarse al olvido, arrojarse a los brazos de la muerte, que ,aunque impropia de su linaje, se le aparecía ahora como ese errante tronco al que aferrarse cuando se está a punto de sucumbir ante la tempestad, ante todo aquel dolor.
Permaneció allí, inmóvil, hasta que la nieve cubrió su cuerpo como un blanco y brillante manto de estrellas, y se perdió, confundiéndose con el bosque, aquel que la vió nacer.
Y aquel lugar permaneció siempre helado, cubierto por aquella nieve inmaculada, que, una vez cada invierno, se desperezaba para abrir paso a una bella y hermosa flor de color azul, como no podría ser de otro modo, que florecía con el despertar de la Luna y moría con el primer rayo de Sol.
Todo porque aquellos ojos, una fría noche de invierno, se cerraron para siempre, y nunca más la miraron.

4 comentarios:

Cris dijo...

Me encanta!!! Deberías seguir escribiendo, y dibujando. Besos.

Andrea dijo...

¡Hola!
Gracias :). Intentaré mejorar poco a poco.
Jo me encanta como dibujas, ya me gustaría a mi dibujar como tu.
Por cierto, soy la hermana de Cris.
Besos.

Alberich dijo...

Genial!!

Anónimo dijo...

Jooo, a todos os ha dado la vena artística. Sigue así que me ha encantado.