Así es esta historia salida de la pluma de Haruki Murakami, al que descubrí con Sauce ciego, mujer dormida, y que me conquistó por su prosa perfecta, sus ambientes cautivadores, sus detalles.
Una bella metáfora sobre cómo todo tiene su momento y cómo, una vez pasado, no hay retorno posible. Por mucho que corramos hacia el sur de la frontera, hacia el oeste del sol.
4 comentarios:
Habrá que echarle una ojeada entonces, gracias;)
Habrá que leerlo. Otro más para la lista.
Tomo nota, lal. Nunca he leido nada de literatura japonesa. Quizá sea un buen momento para empezar.
Aaayy...
Si es q no fallo.
Q no.
XD
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