También conocido como Carrascal del Río. La zona es preciosa, rodeada de arroyos y cañones, pinares y alamedas que en otoño están más bonitas que nunca.
Aprovechando que hace poco fue el cumpleaños de Kif y que por allí cerca pasa el Duratón, cogimos los bártulos y allí nos plantamos. Buitres y liebres nos salieron al paso, aunque la verdad es que nos pillaron de milagro.
Lo mejor y más decadente del viaje queda como secreto de sumario, encerrado en el garaje, junto con cascos vacíos, colillas, restos de brasas, un par de micrófonos y alguna que otra moneda fugitiva.
4 comentarios:
very nice! hahahahaha
very clever.
que buena pinta tiene el lugar!!!ahora es lo que pega, hacer excursiones por esos lares.....
Me alegro de que lo pasaras tan bien!!! El lugar es precioso.
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