Supongo que a veces nos sentimos en la obligación de hacer algo y, aunque sabemos que no servirá para nada, lo hacemos.
A pesar de los consejos, nos engañamos a nosotros mismos creyendo que podemos cambiar lo incambiable.
Es entonces cuando das el salto al vacío. La única esperanza está en esa rama que crece entre las rocas, y en aferrarse a ella.
Me alegro de que te agarrases a esa rama, ahora solo te queda escalar un poquito.
Y, a pesar de que me dan ganas de retorcerte el pescuezo, ya sabes donde encontrar un arnés.
lunes, febrero 19, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Ay...que se agarre, que se agarre FUERTE a esa rama...
Besotes
A veces las ramas no son ramas...son cardos.Pero aún así hay que agarrarse fuerte aunque se pase mal
Sarapan
Jajaja! Muchas gracias por lo que me toca. Os quiero, on quiero mucho lady Lalaith.Acabo de nacer de nuevo.
Y yo a ti, so melón, y yo a ti.
Publicar un comentario