UAH

Si es que hasta suena a coña. UAH. UAH, colega. Y les viene que ni pintado, porque son unos cachondos.
Hoy he estado allí, donde ya no me queda nada ni nadie. Donde solo quedo yo.
Cada vez lo llevo peor. Los sitios en los que he pasado media vida -la mejor mitad de mi vida, mi más pura y verdadera vida- están llenos de caras desconocidas. El aire es diferente. Claro que, qué pretendo? si ni siquiera yo soy la misma...
Yo he cambiado pero mis circunstancias no. Coevolución, ahí está el equilibrio. Mis circunstancias y yo no coevolucionamos. Pero, ¿equilibrios yo? por favor, yo siempre fui Inestable.
Como decía, hoy he estado allí. Aparte de sentirme tan fuera de sitio como para escribir lo de ahí arriba, he estado estudiando vegetal. Algo mucho más superficial, pero igual de desalentador. Principal circunstancia inmutable de Inés. Pero bueno, es lo que hay y, siendo yo tan pajarera, no me queda sino apechugar y empollar un huevo.
Pero es que estos de la UAH ya me tocan las narices hasta en mi casa. Resulta que me han enviado un regalito. Un librillo, como todos los años a principios de curso. Pero este año, además de con retraso, viene con recochineo.
"El arte de ser feliz" explicado en cincuenta reglas para la vida, de Schopenhauer.
Ja.
Ja, ja y ja.
Tienen guasa los jodíos.
La cosa es que me lo leeré, no cabe duda. Pero tiene narices que me manden esto ellos. Se lo podría resumir en una sola regla.
"La próxima vez que me envieis algo, que sea el título. Vereis que arte tengo siendo feliz."